Al tomar la decisión de realizar un landscaping en nuestra propiedad, es necesario tener en cuenta la parte primordial de éste, el sistema de riego el cual será el encargado de darle vida y color a nuestro proyecto.

Las áreas verdes necesitan de un cuidado especial para que puedan desarrollarse de la forma adecuada en conjunto con factores indispensables como la luz solar y el agua. Sin este último no se puede desarrollar la vida, por lo que la importancia de instalar un sistema de riego puede ser la diferencia entre un jardín vivo y uno descuidado y seco. El sistema de riego va a estar determinado por el tipo de vegetación, las dimensiones y los tiempos de mantenimiento disponible.

Pero, ¿cuáles son las opciones más adecuadas?

Un sistema de riego, es una red de tuberías y válvulas conectadas a la red de agua potable general, que distribuyen el agua al jardín a través de los rociadores controlados manualmente o automatizados.

Si nuestro plan es un pequeño jardín de dimensiones limitadas, quizás se crea que no es necesario un sistema de riego, sin embargo esto obliga a realizarlo manualmente y a horas no determinadas, lo que causaría que la cantidad de agua no sea la misma para cada planta o espacio de césped y el gasto del líquido estará incontrolado ya que esto dependerá del criterio de la persona que estará a cargo de esta actividad. Es posible que el resultado sea un jardín irregular con unas áreas más verdes que otras y dará la apariencia de descuido.

Al contrario, si en nuestro proyecto, por más pequeño que sea, tomamos la decisión de la instalación de un sistema de riego, primeramente hay que analizar el tipo de vegetación existente y la extensión de césped para asegurar una óptima distribución de agua para que todo reciba la misma cantidad por metro cuadrado y evitar partes secas y menos vistosas. Para este tipo de riego, el sistema por aspersión es el ideal. El riego por goteo es idóneo para su aplicación en árboles y arbustos ya que esto permitirá aplicar la cantidad de agua necesaria directamente en las bases de cada especie.

Existen dos tipos de manejo, el tradicional, que es en el que las válvulas son controladas para abrirse y cerrarse manualmente a criterio del usuario, y el sistema automatizado, que envía una señal eléctrica a las válvulas para que permitan el paso del agua, durante un lapso de tiempo y a una hora específica, consiguiendo un consumo de agua optimizado para un riego uniforme. Con este último es posible programar las necesidades de acuerdo a las estaciones de mayor y menor necesidades, como en el caso de la temporada de lluvias y de sequía.

Cualquiera que sea su decisión, los trabajos de mantenimiento de su proyecto de landscape o hardscape, es necesario que lo deje en manos de los expertos en instalación y manejo de los sistemas automatizados de sus áreas verdes. En PRORIEGO contamos con una amplia gama de productos especializados, asesorías y capacitación, para que su proyecto obtenga los resultados esperados desde su planeación.

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