El diseño de un jardín no solamente se limita a cuidarlo y mantenerlo para que el césped  y plantas luzcan sanos y esplendorosos, es necesario también el tomar precauciones en la tierra que no tenga humedad excesiva, regar, cortar el césped cada cierto tiempo, eliminar la hierba ajena al jardín, y muchas más tareas que hay que realizar y que muchas veces dependen de alguien más que le dedique tiempo y cuidado. Es por ello que uno de los aspectos más importantes son los elementos que conforman el sistema automatizado de riego.

En esta ocasión nos centraremos solamente en las válvulas, un pequeño dispositivo que es el encargado de regular la presión y el caudal del agua que va directa a los rociadores, y en medida de que conozcamos su importancia nos ayudará a elegir la más adecuada para nuestras necesidades y a la de nuestro jardín.

Las válvulas sólo representan entre un 5 y un 10 % de la inversión total de cualquier sistema, pero son fundamentales para su buen funcionamiento. Son el elemento principal para el control del agua y una de las herramientas sobre la que se realiza su automatización.

Su funcionamiento, por un lado tenemos la entrada que va conectada a la toma de agua y por el otro la salida que se conecta por una línea al un rociador de estaca. Dentro del dispositivo  existe una especie de compuerta que es la que se encarga de dejar pasar el agua y de regular su presión. Sin embargo, existe cada vez más variedad en cuanto a la sofisticación de su diseño. Por ello debemos calcular la extensión y tipo de especies que tenemos en nuestro jardín a la hora de elegir un tipo de válvula.

En el mercado podemos concentrar varios diseños y usos, éstos se dividen en manuales y automáticas. Dependiendo de la extensión de nuestro jardín es el tipo que debemos elegir. Con las válvulas automáticas o electroválvulas existen mayores opciones de control sobre el riego en cuanto a posibilidad de programar las horas de regado, cantidad de agua, etc.

Tipos

Válvulas de esfera. Una llave de paso abre o cierra la salida del agua gracias a una pequeña esfera en su interior. Cuando el eje se alinea con el de la tubería, la válvula está abierta. Cuando es perpendicular, el paso está totalmente cerrado.

Válvulas de compuerta. En este tipo de válvulas bidireccionales de alta capacidad, a salida del agua se regula por medio de un disco o cuña. Este disco se desplaza verticalmente y son ideales para a aislar o poner en funcionamiento tramos específicos del sistema de riego, debido a la poca pérdida de agua.

Válvulas de mariposa. Se trata de una pequeña placa circular que gira alrededor de un eje, en ángulo recto al eje de la tubería. Cuando se encuentra en perpendicular a este, el flujo del agua se cierra, y cuando está paralelo deja paso libre.

Válvulas de retención. También las conocemos como válvulas anti-retorno, válvulas uniflujo o válvulas check. Estas cierran por completo el paso del agua en un sentido y dejar el paso libre en el sentido contrario.

Existen dos tipos de maneras de accionarse:

Válvulas automáticas. Estos dispositivos tienen un modo normal (abierto o cerrado) y gracias a un sensor que detecta la ausencia o presencia de presión cambian su estado a cerradas o abiertas.

Electroválvulas. Estas válvulas  actúan al cerrarse el circuito eléctrico. Funcionan normalmente con 12 o 24 voltios. Se utilizan para la automatización de riego.

Saber elegir la válvula de riego adecuada para tu jardín te puede ayudar a ahorrar tiempo y dinero. Una económica y práctica opción para mantener en perfecto estado tu jardín.

De acuerdo a tus necesidades puedes encontrar una gran cantidad de variantes de válvulas, sin embargo éstas que te acabamos de enlistar arriba son las más comúnmente utilizadas. Si tus necesidades de riego específicas necesitan algún tipo determinado, en PRORIEGO te ayudamos a encontrar el dispositivo perfecto que buscas. Comunícate con nosotros y rápidamente nos pondremos en contacto contigo.